Preguntas frecuentes

Información general

¿Hasta qué edad se recomienda alargar la lactancia materna?

La Organización Mundial de la Salud recomienda mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y posteriormente mantenerla como parte de una dieta progresivamente diversificada hasta los 2 años, aunque por supuesto cada madre es la persona más indicada para decidir cuánto tiempo quiere o puede amamantar a su hijo, incluso más allá de esta edad.

¿Cómo se compatibiliza con la introducción de otros alimentos?

La lactancia materna es la forma más natural de alimentar a los lactantes y niños de corta edad, por lo que se puede compatibilizar perfectamente con la introducción de nuevos alimentos. Al principio únicamente se sustituirá una toma por otro tipo de alimentos, y posteriormente se irán sustituyendo progresivamente otras tomas del día. Muchas veces los niños mantienen como mínimo la toma de la mañana y la noche aunque su dieta sea ya muy diversificada.

¿Cuáles son los principales ingredientes de las leches de inicio?

Todas las leches infantiles que se pueden encontrar en el mercado deben cumplir con una serie de normas europeas que aseguren que cumplen con unos mínimos de seguridad, de calidad, y de contenido en nutrientes para que resulten adecuadas para la alimentación de los más pequeños.

Pero aparte de estos mínimos, algunos productos están enriquecidos en muchos otros nutrientes que no son obligatorios, pero que resultan muy beneficiosos para los bebés, ya que ayudan a intentar reproducir la composición de la leche materna y a aportar a los lactantes los efectos beneficiosos de la lactancia al pecho.

Por esta razón, en el momento de escoger la leche que utilizaréis para la alimentación de vuestro bebé, es importante fijarse si incluye en su contenido este tipo de compuestos entre los que se encuentran: Ácidos Grasos Poliisaturados de Cadena Larga omega-3 y omega-6 (AA y DHA), ß-palmitato, Nucleótidos, Proteínas Séricas Bioactivas ricas en Inmunoglobulinas y Lactoferrina, lactoalbúmina, Lactobacilos, Bifidobacterias, Fructooligosacáridos…

¿Qué son las leches de lactantes?

Las leches para lactantes, llamadas coloquialmente leches 1, son las destinadas a la alimentación de los bebés desde su nacimiento hasta que se introduce la alimentación complementaria sobre los 6 meses de vida, las leches de continuación (llamadas coloquialmente leches 2).

¿Qué son las leches de continuación?

Las leches de continuación, llamadas coloquialmente leches 2, son las destinadas a la alimentación de los lactantes que ya han iniciado la alimentación complementaria, momento en el que se incluyen nuevas fuentes de nutrientes en la alimentación del bebé aunque las leches infantiles siguen siendo una parte muy importante de la dieta diaria. La edad aproximada en la que se empiezan a utilizar son los 6 meses de edad, y su consumo suele prolongarse hasta que se introduce la leche de vaca en la alimentación de los bebés.

¿Cuándo pueden introducirse las leches de continuación?

Los expertos internacionales en Alimentación Infantil recomiendan que la introducción en la alimentación del bebé de la leche de continuación debe ir acompañada del inicio de la alimentación complementaria, ya que la leche para lactantes o leche 1 está formulada para utilizarse como alimento único cuando los bebés tienen pocos meses de vida, mientras que la leche de continuación debe ser complementada con la introducción en la alimentación del bebé de otros alimentos. El inicio de la alimentación complementaria, y en consecuencia la introducción de la leche de continuación, tiene lugar habitualmente entre los 4 y los 6 meses de vida.

¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de elegir una leche de continuación?

En el caso de los lactantes sin necesidades especiales (que son la mayoría), la mejor leche de continuación será la que más se parezca a la leche materna y que incluya en su composición los nutrientes presentes en la misma que favorecen el óptimo desarrollo del bebé. Por esta razón, es importante que las leches de continuación incorporen nutrientes que favorezcan la maduración de la defensas naturales (sistema inmune) como son los nucleótidos, inmunoglobulinas, lactoferrina de la leche materna, el desarrollo visual y cerebral, la maduración del sistema digestivo, una flora intestinal saludable (gracias al aporte de Fructooligosacáridos, Bifidobacterias y Lactobacilos…

¿Las leches de continuación son siempre necesarias?

La inmensa mayoría de los bebés consumen a lo largo de su primer año de vida alguna leche de continuación. La razón principal por la que no se necesitaría utilizar una leche de continuación, sería que se mantuviera la lactancia materna exclusiva hasta la introducción de la leche de vaca, lo que resulta muy poco frecuente.

¿Cómo debe realizarse la transición entre la leche materna y la leche de continuación?

El paso de la leche materna a las leches infantiles no siempre resulta sencillo, sobre todo en el caso de los bebés que pasan de la lactancia al pecho a la leche de continuación. Por esta razón, es aconsejable que el paso entre un tipo de lactancia y otro no se realice de golpe, sino que haya un periodo de transición en el que paulatinamente se vayan sustituyendo tomas de leche materna por biberones de leche de continuación, dejando que el bebé se vaya acostumbrando a su nuevo tipo de alimentación.

¿Qué alimentos deben ser los primeros en introducirse en la dieta del bebé?

No todos los protocolos de alimentación son iguales, y pueden variar ligeramente de un centro de salud a otro. Por esta razón, algunos bebés inician la alimentación complementaria tomando cereales, otros tomando frutas, e incluso en algunos casos estos 2 grupos de alimentos se empiezan a consumir de una forma casi simultánea.

¿Cuándo hay que pasar a la alimentación sólida?

Depende un poco de cada caso, de la dentición, apetito... pero en general sobre los 12 meses de vida el bebé come casi de todo, desde purés y alimentos líquidos como la sopa, hasta pan y galletas que mordisquea, así que es el momento de dejar de triturar para que se acostumbre a masticar, aunque sigamos manteniendo algunos plato triturados.

¿Cuándo puede un niño empezar a tomar leche de vaca?, ¿por qué no conviene dársela antes de tiempo?

La recomendación por parte de los expertos internacionales en alimentación infantil es que la introducción de la leche de vaca en la alimentación de los lactantes se retrase como mínimo hasta los 12 meses de edad, y a poder ser hasta los 3 años. Hasta ese momento pueden seguir utilizándose las leches de continuación, o pueden empezarse a utilizar las leches 3, junior o crecimiento.

La razón es que hasta ese momento el sistema digestivo y renal de los bebés todavía está en proceso de desarrollo y la cantidad de sales minerales y proteínas de la leche de vaca pueden resultar excesivas para ellos. Además, la leche de vaca es rica en grasa saturada y pobre en hierro y ácidos grasos esenciales.

¿Cuándo pasar de las leches 2 (continuación) a las leches 3 (fórmulas de crecimiento)?

Las últimas tendencias en nutrición pediátrica aconsejan continuar utilizando la leche de continuación hasta aproximadamente los 18-20 meses, y empezar el consumo de leches de crecimiento a partir de ese periodo hasta los 3 años, cuando ya se puede iniciar el consumo de leche de vaca.

¿Cuáles son las diferencias entre leche de inicio, leche de continuación y fórmulas de crecimiento?

Cada uno de estos tipos de leche se adapta a las necesidades nutricionales del grupo de edad al que van dirigidas:

  • Las leches de inicio se aconseja que sean lo más parecidas posible a la leche materna.
  • Las leches de continuación presentan un mayor aporte de proteínas, de energía y de algunas vitaminas y minerales, y un aporte de hierro más elevado. Además, algunas leches de continuación contienen lactobacilos y bifidobacterias para conseguir que los lactantes tengan una flora intestinal beneficiosa, y otros nutrientes presentes en las leches para lactantes como las inmunoglobulinas, lactoferrina, nucleótidos...
  • Por último, las fórmulas de crecimiento son un producto de transición entre las leches de continuación y la leche de vaca, y por lo tanto presentan una composición intermedia entre las mismas.

Cuando introduzca la leche de vaca, ¿es recomendable que sea de tipo desnatada y enriquecida en calcio?

Algunos pediatras recomiendan la utilización de la leche entera y otros la semidesnatada. Por lo general todos consideran que no es necesario elegir una leche enriquecida en calcio.

Tampoco es adecuado utilizar la leche desnatada ya que debido a su bajo contenido en grasa es más difícil la absorción de las vitaminas liposolubles (como la vitamina D), y del calcio que contiene.

Modo de utilización

¿Se puede recalentar el biberón de leche sin que pierda ninguna de sus propiedades? ¿Cuánto tiempo puede estar un biberón preparado?

Te recomendamos la utilización de las leches infantiles inmediatamente después de su preparación y evitar guardarlas de una toma para otra. Asimismo, tampoco te aconsejamos el recalentamiento de los biberones una vez preparados.

Un consejo para cuando salgáis de viaje, a pasear o al parque: guarda el agua en un termo y mézclala con la leche en polvo justo antes de dársela a tu bebé.

¿Qué tipo de agua es más recomendable para preparar los biberones de leche? ¿Es recomendable hervir siempre el agua, aunque sea embotellada?

Para la preparación de los biberones se recomiendan aguas de mineralización baja. En el caso de las aguas de consumo público es recomendable hervirlas cómo máximo durante un minuto mientras que en las embotelladas no es necesario.

En cualquier caso, consulta con tu pediatra al respecto, ya que existen importantes diferencias entre las aguas de las diferentes zonas de nuestro país.

¿Durante cuánto tiempo puede estar abierto un envase de leche infantil sin ser consumido?

Un mes, siempre y cuando se guarde en su envase original y bien cerrado, en un lugar fresco y seco.

¿Puede consumirse una leche infantil una vez ha llegado a su fecha de caducidad?

No recomendamos el consumo de nuestras leches y papillas una vez ha pasado su FCP, aunque en la mayor parte de ocasiones no representen un riesgo para la salud de los lactantes, ya que sus características iniciales, nutricionales y sanitarias, pueden haberse visto modificadas.

¿Cómo se prepara el biberón y en qué proporción?

Sea cual sea la leche que utilices, la relación que se debe seguir siempre a la hora de preparar un biberón es la de añadir un cacito de leche raso por cada 30 ml de agua.

Puedes consultar la tabla de dosificación que hay en todos nuestros envases de leches infantiles, teniendo en cuenta que es una pauta general y que el número de biberones que se consume al día y su tamaño pueden presentar importantes diferencias de un bebé a otro.

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