En Blemil, estamos convencidos de que la lactancia materna es la mejor forma de alimentar a los recién nacidos. Por ello, queremos sumarnos al mensaje de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la lactancia materna, siempre que sea posible.
La leche materna proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita durante estos primeros meses, además de ofrecer protección inmunológica y favorecer el vínculo entre madre e hijo.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y continuarla junto a otros alimentos complementarios adecuados hasta los dos años o más.
Pero también sabemos que cada experiencia es única.
En muchos casos, a pesar de la voluntad y el esfuerzo de las madres, la lactancia no siempre es posible o suficiente. Pueden influir muchos factores: dificultades físicas, problemas de salud, circunstancias personales, emocionales o laborales. Y aquí es donde queremos dejar un mensaje claro: todas las madres merecen sentirse tranquilas y apoyadas con la decisión que tomen.
En Blemil, ponemos toda nuestra experiencia y compromiso en el desarrollo de fórmulas infantiles de la máxima calidad, creadas para ofrecer una nutrición segura y adaptada a las necesidades del lactante cuando la lactancia materna no sea posible o suficiente. Siempre recomendamos que estas decisiones se tomen con el acompañamiento y la orientación de los profesionales de la salud.
Nuestro compromiso es estar al lado de todas las familias.
Ya sea apoyando la lactancia materna con información y recursos, o desarrollando fórmulas infantiles que ayuden a cubrir las necesidades nutricionales de los más pequeños cuando así se requiera. Dedicamos grandes esfuerzos a la investigación en alimentación infantil para conseguir fórmulas innovadoras de última generación.
Además, queremos recordar que sea cual sea el tipo de lactancia, es completamente normal que en el camino surjan dudas, incertidumbre o incluso momentos de miedo o inseguridad. La maternidad es un viaje lleno de emociones, y contar con una red de apoyo puede marcar la diferencia. Buscar orientación en profesionales de la salud, apoyarse en la familia, amigos o en grupos especializados puede ayudar a resolver inquietudes y a vivir la alimentación del bebé con más confianza y tranquilidad.
En definitiva: alimentar con amor, sea cual sea la opción, es siempre la mejor decisión.